El 29 de mayo de 1959, Scania inauguró su fábrica de motores de Brasil, que fue la primera planta de producción fuera de Suecia.

Hoy, las instalaciones brasileras son una de las cuatro principales plantas de montaje integral de la marca en el mundo, junto con Suecia, Francia y Holanda. Además, Brasil se convirtió en el mayor mercado de la historia de la marca.



El primer motor producido por Scania Brasil fue el modelo D10, de 6 cilindros y 165 hp de potencia, que impulsaba los camiones L75 y los ómnibus B75.
Hasta ahora, fueron producidos más de 300 mil motores en las instalaciones de Scania Brasil. La planta de producción comenzó con 250 empleados y una capacidad de sólo 200 motores por mes. Hoy, emplea a casi 3.000 personas y está preparada para producir cerca de 20.000 vehículos completos y 5.000 motores por año.

Scania llegó a Brasil, como empresa comercial, en 1957. Para beneficiarse del Programa Nacional de la Industria Automovilística Brasilera, todos los fabricantes debían aumentar gradualmente la cantidad de componentes producidos en forma local, en lugar de importar partes o vehículos completos.

Para 1961, el 90% de los componentes debían ser nacionalizados. Por lo tanto, una fábrica de motores local formaba parte de la estrategia de Scania.
La primera fábrica de motores se ubicó en el barrio de Ipiranga, San Pablo. Estaba cerca de la planta de la empresa brasilera que montaba los camiones Scania, con piezas importadas desde principios de la década del 50, de nombre Vemag.

A partir de 1959, los motores comenzaron a ser producidos por Scania y montados por Vemag.

En la segunda mitad de la década del 60, la fábrica de Scania comenzó a montar vehículos completos. Dos años después, trasladó sus operaciones a São Bernardo do Campo, cerca de San Pablo, donde permanece hasta la actualidad.

Se ubicó sobre la ruta que lleva al puerto de Santos, el mayor puerto exportador de América Latina. Los empleados y la maquinaria de la planta de Ipiranga fueron transferidos a las nuevas instalaciones.